
Esta democracia en la que vivimos, es hoy en día, más democracia teórica que práctica. La misma propone igualdad de oportunidades, educación gratuita y libre acceso social a las profesiones, pero la libertad que de verdad poseemos es mucho más libertad para los que disponen de más medios que para otros. Los otros, los pobres, los que nacieron humildes y condenados al fracaso, no tuvieron acceso a un sinnúmero de oportunidades, por lo tanto es mentira que la mayoría sean incapaces, sólo tuvieron distinta suerte.
El hambre es una enfermedad perfectamente solucionable si desde el gobierno se implementan medidas rápidas y efectivas para paliar un flagelo que con el correr de los años ha crecido a un ritmo vertiginoso, casi a tanta velocidad como la caída del país.
Pero esto no es algo que concierne sólo a nuestro país, sino que es una realidad que vive la mayoría de los países de la región, donde por ejemplo el Banco Mundial afirma que la crisis económica internacional provocará que seis millones de personas más caigan en el abismo de la pobreza en 2009 en Latinoamérica, de esos seis millones de personas, cuatro son de clase media que acabarán empobrecidos. Los dos millones restantes son pobres que habrían podido ascender este año en su estatus socioeconómico, pero esos esfuerzos se verán truncados por la crisis internacional, detalló el experto.
Sólo con una fuerte política de Estado que tienda al mejoramiento gradual y sustancial de la situación social, que lleve a un mejoramiento de las condiciones de vida de los individuos, que procure atender las causas y no que atienda los hechos consumados, la Argentina podrá volver a recuperar la excelencia que supo tener en una época, y evitar que se siga cayendo en el desgaste y deterioro de las últimas décadas.
El hambre es una enfermedad perfectamente solucionable si desde el gobierno se implementan medidas rápidas y efectivas para paliar un flagelo que con el correr de los años ha crecido a un ritmo vertiginoso, casi a tanta velocidad como la caída del país.
Pero esto no es algo que concierne sólo a nuestro país, sino que es una realidad que vive la mayoría de los países de la región, donde por ejemplo el Banco Mundial afirma que la crisis económica internacional provocará que seis millones de personas más caigan en el abismo de la pobreza en 2009 en Latinoamérica, de esos seis millones de personas, cuatro son de clase media que acabarán empobrecidos. Los dos millones restantes son pobres que habrían podido ascender este año en su estatus socioeconómico, pero esos esfuerzos se verán truncados por la crisis internacional, detalló el experto.
Sólo con una fuerte política de Estado que tienda al mejoramiento gradual y sustancial de la situación social, que lleve a un mejoramiento de las condiciones de vida de los individuos, que procure atender las causas y no que atienda los hechos consumados, la Argentina podrá volver a recuperar la excelencia que supo tener en una época, y evitar que se siga cayendo en el desgaste y deterioro de las últimas décadas.
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