
Con gran tristeza observamos como las grandes conquistas sociales se van perdiendo de a poco, no viene a mi mente cuando comenzó todo, lo que si puedo comprender es la atroz realidad actual. Donde las ideologías se han sometido al poder económico, donde el gran señor del dinero elige o fomenta quien es el nuevo gobernante y sus sequitos, pero lo más triste, es que también lo hace con la oposición, claro es muy sencillo, si es el mismo, dueño de los medios de comunicación, de los grandes negocios, entre tanto. Pero me pregunto no existen leyes que invaliden que una persona o sus asociado se adueñen de provincias enteras sin que nadie les ponga reparo. Así los fundamentos de la República no existen, así el estado de derecho se pierde. Así nosotros los ciudadanos perdemos nuestra condición de sujetos de derecho. Pero lo que más atónito nos deja, es que en la República no se exclame ninguna opinión al respecto. Tal vez la nación se divide en habitantes de primera y habitantes de segunda categoría, sin iguales derechos. Donde al ejercer el derecho a la protesta significa que el propio estado avasalle de la manera más violenta todas las garantías constitucionales de las personas. A esto, si se llama terrorismo de estado, no es solo lo que se ejerció en la década del 70, es hoy, es aquí, sin derechos, bajo el arbitrio de unos pocos, sin mas oportunidad que la sumisión como forma de subsistencia, sin libertad de expresión. Donde el pensar distinto signifique un pecado. Que paradójicamente en la actualidad rigen fuertes políticas de derechos humanos, o tal vez en algunos lugares, convenientemente, se han omitido. Lo que si queda claro es la gran demagogia con la cual se la trato, ocasionando un gran prejuicio a los grandes defensores de las libertades, como a la memoria de aquellos que dejaron sus vidas por esta. El trabajo debe dignificar a la persona, no es el medio por el cual se puede someter su voluntad por acción de la coerción. El estado debe velar por el cumplimiento y respeto a los derechos de los ciudadanos, es su obligación fundamental. Este es el regente natural del cumplimiento de todas las garantías. De mas esta decir que EL ESTADO SOMOS TODOS. No pueden, bajo ninguna forma, los mecanismos del estado, fomentar, ni callarse ante la grave situación de precariedad de la sociedad, porque entonces sus gobernantes destruyen las conquistas sociales. Porque entonces ese gobierno está lejos de ser un gobierno de naturaleza democrática y mucho más cerca de un gobierno de facto. Solo esperamos, que la historia no sea reiterativa, que entendamos de una vez y para siempre que ni el poder político ni el económico habilitan las transgresiones a la república, que el ciudadano, sus familias, las comunidades son el pilar fundamental donde se construyen las sociedades, que el gobierno no es el botín de los que ganan, que no existen enemigos en las distintas opiniones, que entre todos y en la pluralidad podemos construir un lugar para todos, por el bien de nuestro pueblo, por esta, nuestra pequeña patria que tanto queremos.
Andrés Norberto Sosa Hasta Siempre.
LA VOLVEREMOS - Agrupación Política.
Santiago del Estero - República Argentina
POR UN PROYECTO NACIONAL Y POPULAR.
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